Autor: Fad Juventud
21 octubre, 2021

No sé si sabes que El Rubius vive en Andorra, supongo que sí… Pues el caso es que ha declarado que algunas seguidoras y seguidores suyos se han ido allí físicamente durante el puente del Pilar para intentar verlo en persona. El Rubius dice que no es la primera vez, pero que en esta ocasión ha flipado bastante porque estaba la capital hasta arriba de familias haciendo “turismo  youtuber” y que no es el único al que van a ver.

Así visto, no es mal plan. Sales de casa con tus padres, desconectas un poco, conoces un sitio nuevo… Y a una persona a la que sigues y admiras…  Podría entenderse y hasta podrías apuntarte al viaje, a Andorra o a donde sea, con El Rubius o con quien sea a quien admires. Pero el caso es que hay gente que ha llegado a acercarse a su casa y ha llamado al timbre. Esto le ha hecho sentir bastante incómodo. Tanto, que lo ha denunciado en uno de sus vídeos.

Estarás de acuerdo con que no hay que acosar a nadie, sea famoso o no. También estarás de acuerdo con que hay que dejar a la gente en paz si no desea tu compañía. Mucho menos si encima vas a exigirle algo que no quiera hacer, aunque a ti te parezca que no es tanto esfuerzo pedirle que se haga una foto o que charle contigo… A lo mejor lo ves más claro si en vez de pensar en la casa del Rubius piensas en la tuya propia. O imagina que en vez de llamar a la puerta de tu casa llaman a la puerta de tus redes sociales.

Haz como el Rubius

¿Alguna vez te han hecho una foto que no has querido que te hicieran y la han subido a Instagram? ¿O la han mandado por el chat de clase? ¿O te han mandado un mensaje, privado o público, que busca, claramente, acosarte? Pues haz como El Rubius, cuéntalo, denuncia, no tienes por qué aguantar eso, no tienes que consentir que nadie se meta en tu vida si no quieres. Tus perfiles en redes sociales deben ser como tu hogar y debes sentirte seguro en ellos.

Y si no lo ves tan fácil, pide ayuda. A lo mejor tú no tienes la pasta de El Rubius para pagarte seguratas o no te sientes fuerte emocionalmente para pararle los pies a alguien. Pero puedes pedir ayuda a tus profes si estás en el cole o el instituto, o a tu padre, tu madre, tu hermano, tu hermana, tu abuelo, tu abuela o tus vecinos si estás fuera de él, que sabemos que la vida sigue, y a veces también el acoso, una vez que sales de tu centro escolar.

Los adultos y adultas también tenemos mucho que aprender. Porque, definitivamente, no mola este “turismo youtuber” que nos pintan. Una cosa es que te llevemos a una firma de autógrafos organizada en alguna parte o que en ciertas circunstancias podamos acudir a ver a nuestros ídolos o ídolas en un evento, pero no deberíamos favorecer el acoso a nadie. Quizás, si entiendes que ni nosotros ni tú debemos hacerlo sea más fácil ayudarte a entender que ni tú ni nosotros tenemos que aguantar ni callarnos el acoso.