Autor: Fad Juventud
21 septiembre, 2016

Ban Ki-moon, el Secretario General de las Naciones Unidas, señaló que en su segundo mandato “atender las necesidades de la mayor generación de jóvenes que el mundo ha conocido nunca”, sería una de sus prioridades. No obstante, echando una vista atrás, y a medida que el mandato va transcurriendo, resulta evidente que aún queda mucho por hacer en materia de juventud. En este sentido, desde el blogyouthpolicy, se ha realizado una propuesta de diez acciones para el Secretario General, que tiene por objetivoavanzar en políticas de juventud a nivel mundial:

  1. Desbloquear el debate internacional sobre los derechos sexuales y reproductivos de los y las jóvenes. En la mayoría de las resoluciones y declaraciones que se elaboran desde las Naciones Unidas, hay confrontaciones entre países que impiden avanzar en este sentido, pese a que, por ejemplo, la comunidad joven LGTBIQ  sea objeto de agresiones en numerosos países, o que las mujeres jóvenes sigan estando sometidas en muchos sentidos. Por ello, parece necesario que se asuma una postura que desbloquee el debate, esperando que ésta sea lo más inclusiva posible.
  2. Reavivar el intento de 1992 de desarrollar una Convención Internacional de Derechos de los y las Jóvenes. De 1985 a 1993, las Naciones Unidas tuvieron un Relator Especial sobre los derechos de los y las jóvenes. Éste y su equipo, consideraban que el colectivo joven es una comunidad vulnerable cuyos derechos son violados constantemente. Por ello, abogaban por una convención específica que protegiera los derechos de los y las más jóvenes. Casi 25 años más tarde, es palpable que los derechos juveniles siguen siendo una cuestión que necesita ser revisada por la comunidad internacional, requiriéndose un instrumento de este tipo.
  3. Destinar el 25% de toda la financiación internacional para el desarrollo de los y las jóvenes.Casi a diario, se escuchan discursos que tienen que ver con la importancia de las juventudes para el desarrollo mundial futuro. No obstante, con frecuencia, este tipo de palabras no van acompañadas de actuaciones en el terreno e inversiones económicas.
  4. Dar la capacidad de decidir a las juntas de gobierno independientes de jóvenes, sobre cómo invertir el 25% anual de cada organismo de la ONU. La participación y el empoderamiento de los y las jóvenes, son palabras muy usadas en las conferencias organizadas por la ONU. No obstante, éstos/as apenas pueden decidir el destino de los presupuestos dedicados al colectivo joven. Por ello, una de las medidas planteadas, es que las organizaciones juveniles puedan participar en la elaboración de los presupuestos de la ONU.
  5. Desginar un o una representante especial para la justicia de los y las menores. En la actualidad, en muchos países la edad mínima de responsabilidad penal es excesivamente baja. Por ello, se considera necesario crear una figura que,de manera documentada, regule estas cuestiones.
  6. Crear una Agencia de las Naciones Unidas para la Juventud independiente. Durante los últimos años, la mayor parte de agencias de la ONU, intentan incorporar en sus programas,  planes de acción que trabajen la juventud. No obstante, muchos de éstos no salen a flote o se quedan en el camino. Consecuentemente, la creación de una Agencia autónoma de las Naciones Unidas para Jóvenes, parece el instrumento más eficaz para que todos los programas sean llevados a cabo con los resultados esperados.
  7. Establecer un Fondo Mundial para el Desarrollo Juvenil. La financiación de las organizaciones y movimientos juveniles, con frecuencia, no se ajusta a las necesidades y objetivos que éstos tienen. De hecho, y según Youthpolicy, la mitad de las organizaciones juveniles podrían quebrar dentro de un año si no reciben más fondos. Así, la correcta financiación y destinación de partidas para las organizaciones, es uno de los requisitos fundamentales para lograr un desarrollo juvenil sostenible.
  8. Apoyar a los medios de comunicación juveniles y proporcionar protección institucional. Con frecuencia, a los y las periodistas jóvenes se les niega la asistencia o les faltan recursos para poder asistir a las cumbres sobre juventud. Sin embargo, en la Conferencia Mundial de Sri Lanka se dio financiación a los y las jóvenes periodistas para que pudieran asistir. Esto debería ser una práctica habitual para que, con respaldo institucional, las voces más jóvenes (y críticas) puedan ser escuchadas.
  9. Desagregar todas las estadísticas oficiales por edad y género para finales de 2018. Resulta necesario que, para poder elaborar políticas públicas próximas a la realidad social, y específicas para cada grupo humano, las estadísticas ofrezcan información desagregada por grupos etarios y por géneros.
  10. Una auditoría independiente durante la próxima Revisión Cuatrienal de la Política Integral.La Revisión Cuatrienal de Política Integral es el método por el que la ONU evalúa todas sus actividades encaminadas hacia el “desarrollo”. Sin embargo, no existe une evaluación específica sobre cómo se están tratando los problemas y las necesidades de los y las jóvenes, por lo que urge una auditoría de estas características.