Autor: Fad Juventud
9 marzo, 2018

Los resultados del Barómetro Juventud y Género 2017 del ProyectoScopio son variados y potentes. La intención de Planeta Joven es ir analizándolos a través de una serie de entradas que vayan de lo general a lo particular y reflexionen sobre las preguntas que surgen de su análisis. Los primeros datos sobre la percepción de la igualdad entre la juventud arrojan un titular que señala grandes diferencias en las respuestas de ellos y ellas, lo cual plantea retos de visibilización de la desigualdad y de la elaboración de mecanismos de observación sobre su reducción.

¿Igualdad de quién? ¿De qué? ¿Para quién? ¿Igualdad o equidad? ¿Conseguir la igualdad o poner de relieve la diferencia? ¿Igualdad en el mundo tal y como lo conocemos hoy o igualdad en una estructura social diferente? Las preguntas que surgen estos días, estas semanas, en estos tiempos de cambio son infinitas en el imaginario colectivo, pero podemos tratar de acotarlas e ir respondiéndolas. Desde el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fad se ha diseñado un Barómetro específico de Juventud y Género y se ha aplicado a una muestra representativa de jóvenes entre 15 y 29 años, con el objetivo de profundizar en sus percepciones sobre estos temas en los ámbitos privados y públicos.

Los datos que preocupan, o que nos tienen que hacer pensar, tienen que ver con las diferencias de respuesta entre ellos y ellas: mientras que el 67% de las mujeres considera que las desigualdades son “grandes o muy grandes”, solo el 46,2% de los hombres reconoce una falta grave de equidad. Si se valora la desigualdad de género entre los y las jóvenes, la visión es algo menos crítica, pero de nuevo las respuestas son muy diferenciales entre las mujeres (53,6%) y los hombres (36,5%).

Para medir la percepción sobre la igualdad, el Barómetro Juventud y Género 2017 pregunta sobre cómo perciben los y las jóvenes la discriminación en todos los ámbitos de su vida, el feminismo, los roles familiares, los arquetipos laborales o las medidas políticas para conseguir la igualdad, entre otros. Estudiar las percepciones en esta etapa de la vida es importante para anticipar, en cierta medida, y sin jugar a hacer adivinaciones, cómo se comportarán en la etapa adulta.

Respecto a la medición de la igualdad, la Unión Europea ha elaborado un índice que, a través de indicadores cuantitativos y sobre la población general, permite medir la brecha de género existente en seis dominios: trabajo, dinero, conocimiento, tiempo, poder y salud. En resumen, el índice muestra que, aunque ha habido avances en materia de igualdad entre 2005 y 2015, el progreso sigue siendo más lento de lo deseable y queda mucho trabajo por hacer en diferentes áreas. Si cruzamos estas conclusiones con los resultados más generales del Barómetro Juventud y Género, surge un desafío prioritario: visibilizar la desigualdad para poder reducirla. Porque, como sabemos, si los y las jóvenes no perciben la profundidad del problema, es difícil que se comprometan en su resolución.