Autor: firmainvitadapj
6 febrero, 2019

*Dolores Santiago

Es posible que una ONG te esté buscando como trabajador y tú no te estés dando cuenta.  Trabajar en una ONG no es como una caja de bombones… En este caso, sí deberías saber cuál te va a tocar o, al menos, con cuál podrías encajar mejor.

A día de hoy, lo más importante para poder trabajar en el Tercer Sector es el COMPROMISO, uno de los principales factores que diferencia al trabajador de ONG del trabajador normal. Y, sí, digo normal, porque los trabajadores de ONG únicamente suponen el 5% del total de empleados en España (algo más de 2 millones del total de casi 20 millones de currantes de este país, según datos del INE y del  Estudio de la Fundación PWC para el Tercer Sector). Algo que se sale de lo habitual tenemos, eso está claro, y no solo porque nos “gusten” los salarios bajos, sino porque trabajamos movidos por otros sentimientos.

Muchas personas consideran que para trabajar en una ONG y triunfar hay que tener una carrera como medicina, ingeniería, ser superhéroes o superheroínas, pero, en realidad, en este tipo de organizaciones, estas profesiones son las menos demandadas. Necesitamos todo tipo de trabajadores: con estudios universitarios, sin ellos, de F.P., etc. Cualquier profesional puede trabajar en una ONG de forma vocacional (incluso un contable o un especialista en recursos humanos). El funcionamiento de la propia institución es el que hace que se puedan conseguir los fines fundacionales, por lo tanto todo el trabajo es igual de valioso y necesario. No debemos invisibilizar nuestras funciones ni las de los demás por creer que son menos importantes para la organización. Necesitamos trabajar coordinados como un reloj suizo para funcionar correctamente y conseguir nuestros objetivos y metas que, a diferencia de las empresas, no son simplemente conseguir dinero para autofinanciarnos y sacar el mayor rendimiento, sino obtener los recursos necesarios para que nuestro trabajo nos permita ayudar a otras personas y ser más independientes.

La recomendación que puedo dar a todas aquellas personas que están llamadas a trabajar en el Tercer Sector es que, una vez que hayan tomado la decisión, buceen en las webs de las ONG que hagan que se les muevan las tripas y envíen su currículum a una persona de contacto de la organización.  Todo ello adjuntando una carta de motivación personalizada para la organización a la que se desea postular, ya que de lo contrario caerá en saco roto. Esto no quiere decir que la ONG de tus sueños esté esperando a que le envíes un mail para contratarte, es probable que no lo consigas a la primera, pero esto es como un casting de concurso de televisión: al final, el que la sigue la consigue. Además, si tu interés es real, también puedes presentarte voluntario/a para colaborar con la organización. Esto no solo demuestra tu vocación, también te ayudará a mejorar tu currículum de cara a futuros procesos de selección.

Otra posibilidad, menos directa, es registrarse en webs como hacesfalta.org, donde la gran mayoría de las fundaciones y asociaciones cuelgan sus ofertas de empleo. Funciona como cualquier otro buscador de trabajo, con la diferencia de que en este portal las ofertas son para el Tercer Sector y de que también incluye oportunidades de voluntariado.

*Dolores Santiago Paniagua pertenece al área de Recursos Humanos de Fad, y en este campo ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria laboral. Es socióloga especializada en Psicología Social y criminóloga, lo que le ha dotado de un olfato increíble para trabajar con personas. Madre de celíacos, con vocación; forofa del Atlético de Madrid, con convicción; y seguidora de la Fórmula 1, con pasión. Para sus amistades: “Dolo”.