Autor: Alicia Avilés Pozo
18 abril, 2017

La paquistaní Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz en 2014, ha hecho un llamamiento a las niñas y jóvenes de todo el mundo a hacerse oír e impulsar los cambios que quieren ver en sus sociedades. “Animo a todas las chicas a levantarse y a creer en sí mismas. Si no os levantáis, el cambio no llegará”, ha dicho la activista, nombrada mensajera de la paz de la ONU, un puesto desde el que trabajará por el derecho de las jóvenes a la educación.

“No hace falta crecer para lograr el cambio en tu comunidad. Puedes hacerlo ahora mismo“, defiende Malala, que se convirtió en un icono tras ser tiroteada en 2012 por talibanes por acudir a la escuela y defender la escolarización de las niñas.

Desde entonces, ha impulsado campañas en defensa de ese derecho a la educación, sobre todo en zonas de conflicto, un activismo que le valió el Nobel de la Paz en 2014 a la edad de 17 años. Ha insistido en ese mensaje, que ha llevado en otras ocasiones a la sede de Naciones Unidas: “la educación es un derecho humano básico de todos”.

El secretario general de la ONU, António Guterres, fue el encargado de nombrar a la joven como nueva mensajera de la paz de la organización y la calificó como “un símbolo de una de las causas más importantes en el mundo”. “No sólo eres una heroína, sino una persona muy comprometida y generosa”, le dijo Guterres, que destacó el ejemplo que Malala supone para jóvenes en todo el mundo.

Los dos respondieron a continuación a varias preguntas de jóvenes presentes en el acto, un coloquio en el que Malala explicó que, tras sobrevivir al tiroteo de los talibanes, decidió dedicar esta “segunda vida” a promover la educación. La joven se definió además como feminista y confió en que más mujeres y hombres trabajen por la igualdad de género.