Autor: Alicia Avilés Pozo
14 febrero, 2017

En la Semana de la Ciencia, de nuevo las ideas más revolucionarias vienen de la mano de los jóvenes. Así ocurre en el caso de José María Ortega Hernández, estudiante de Ingeniería Aeroespacial; Gonzalo Moncada Romero, biólogo; y Julián Serrano Arrabal, ingeniero de Energía, todos ellos de 23 años. Su proyecto ‘Green Moon’ es uno de los 25 finalistas del concurso Lab2Moon de TeamIndus.

En una entrevista publicada en el Diario Sur explican que se enteraron del certamen por las redes sociales tan solo dos días antes de que acabara el plazo. Se encerraron 24 horas a desarrollar la idea, la presentaron a través de Internet, y ahora están compitiendo con otra veintena de finalistas. Son el único equipo español, y compiten contra jóvenes investigadores de Reino Unido, Estados Unidos, Italia, India, Perú y México.

Su idea es aparentemente sencilla, aunque vital en el caso de querer establecer un asentamiento humano en la Luna. El prototipo, del tamaño de una lata, contendrá cuatro tubos probeta. En el primero habrá tierra de nuestro planeta; en el segundo, tierra de la Luna; en el tercero, tierra de ambas, mezcladas, y por último 100% sustrato lunar con abono.

A partir de ahí, se observará si la semilla germina o no en cada uno, incluso el tamaño del tallo con la gravedad del satélite en los primeros días de germinación. La prueba está inspirada en el proyecto ‘Moon Village’ de la Agencia Espacial Europea, que pretende establecer colonias fijas.

El grupo está recibiendo asesoramiento por parte del profesor Wieger Wamelink de la Universidad de Wageningen, en los Países Bajos, quien se encargará de aportar una cantidad de simulador de regolito (capa de material) lunar para la experimentación con un suelo similar al que se encontrarían en el satélite.

SIMULACIÓN DE CICLOS DE LUZ

En ese prototipo se simularán ciclos de luz como los de la Tierra y para ello se iluminarán las semillas con ‘leds’ de color rojo para favorecer la fotosíntesis. Otro elemento necesario, el agua, se va a mezclar directamente con el sustrato: “Al llegar a la Luna se liberarán las cuatro semillas a la vez de una trampilla y empezará el experimento”. Dentro del dispositivo también habrá oxígeno presurizado.

Finalmente, para reconocer el crecimiento de cada tallo en cada uno de los sustratos se usará un cuadro compuesto de leds infrarrojos, que medirán la altura del tallo y esa será la información clave que se remita a la Tierra como base del experimento.

Desde el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) les está apoyando la empresa DHV Technology, que abastece de pequeños paneles solares a satélites, y que además de asesorarlos les ha brindado ayuda para la compra de los componentes electrónicos. Por su parte, el profesor Jesús Manuel Gómez de Gabriel, experto en robótica e impresión 3D de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad de Málaga, también ha movilizado a la dirección del centro para que les apoyen económicamente.